Fondare 135 Risultati per: Viento
Ahora está bien plantada: ¿podrá florecer? Apenas la toque el viento del este, ¿no quedará completamente seca? ¡En el mismo lugar donde brotó, se secará! (Ezequiel 17, 10)
Pero fue arrancada con furor y arrojada por el suelo. El viento del este secó sus frutos, que fueron cortados y se secaron; y el fuego devoró su rama vigorosa. (Ezequiel 19, 12)
Tus remeros te llevaron por las aguas profundas. Pero el viento del este te destrozó en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 26)
Entonces fueron pulverizados al mismo tiempo el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; fueron como la paja en la era durante el verano: el viento se los llevó y no quedó ningún rastro. En cuanto a la piedra que había golpeado la estatua, se convirtió en una gran montaña, y llenó toda la tierra. (Daniel 2, 35)
El viento los envolverá con sus alas y se avergonzarán de sus sacrificios. (Oseas 4, 19)
Efraím se apacienta de viento y corre todo el día tras el viento del este; multiplica el fraude y la devastación; hacen una alianza con Asiria y llevan aceite a Egipto. (Oseas 12, 2)
Por más que Efraím prospere entre sus hermanos, llegará el viento del este, el soplo del Señor, que sube del desierto, y se agotará su fuente, se secará su manantial. Él despojará el tesoro de todos los objetos preciosos. (Oseas 13, 15)
Porque el que forma las montañas y crea el viento, el que descubre al hombre cuál es su designio, el que hace la aurora y las tinieblas, el que camina sobre las alturas de la tierra, se llama "Señor, Dios de los ejércitos". (Amós 4, 13)
Pero el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, y se desencadenó una tempestad tan grande que el barco estaba a punto de partirse. (Jonás 1, 4)
Cuando salió el sol, Dios hizo soplar un sofocante viento del este. El sol golpeó la cabeza de Jonás, y este se sintió desvanecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: "Prefiero morir antes que seguir viviendo". (Jonás 4, 8)
Si apareciera un hombre que corre tras el viento y propala esta mentira: "¡Yo te vaticino vino y licor!", ese sí sería el profeta de este pueblo. (Miqueas 2, 11)
Entonces, cambia el viento y sigue adelante... ¡Él hace de la fuerza su dios! (Habacuc 1, 11)