Fondare 180 Risultati per: alto
y sólo queda un residuo; o como cuando se golpea un olivo: quedan dos o tres aceitunas en lo alto de la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol frutal -oráculo del Señor, Dios de Israel-. (Isaías 17, 6)
El que huya del grito de terror, caerá en la fosa; el que suba del fondo de la fosa quedará atrapado en la red. Porque están abiertas las compuertas de lo alto y tiemblan los cimientos de la tierra. (Isaías 24, 18)
Aquel día, el Señor pedirá cuenta al ejército de lo alto, en la altura, y a los reyes de la tierra, sobre la tierra. (Isaías 24, 21)
¡Ay de la soberbia corona de los ebrios de Efraím, y de la flor marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil! ¡Ay de ustedes, los volteados por el vino! (Isaías 28, 1)
Y la flor marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil, será como una breva antes del verano: el primero que la ve, apenas la tiene en la mano, se la traga. (Isaías 28, 4)
...hasta que sea infundido en nosotros un espíritu desde lo alto. Entonces el desierto será un vergel y el vergel parecerá un bosque. (Isaías 32, 15)
¿A quién has insultado y ultrajado? ¿Contra quién has alzado la voz y levantado bien alto tus ojos? ¡Contra el Santo de Israel! (Isaías 37, 23)
Estoy piando como una golondrina, gimo como una paloma. Mis ojos se consumen de mirar a lo alto: ¡me oprimen, Señor, sé tú mi fiador! (Isaías 38, 14)
Levanten los ojos a lo alto y miren: ¿quién creó todos estos seres? El que hace salir a su ejército uno por uno y los llama a todos por su nombre: ¡su vigor es tan grande, tan firme su fuerza, que no falta ni uno solo! (Isaías 40, 26)
¡Destilen, cielos, desde lo alto, y que las nubes derramen la justicia! ¡Que se abra la tierra y produzca la salvación, y que también haga germinar la justicia! Yo, el Señor, he creado todo esto. (Isaías 45, 8)
Porque así habla el que es alto y excelso, el que habita en una morada eterna, aquel cuyo Nombre es santo: Yo habito en una altura santa, pero estoy con el contrito y humillado, para reavivar los espíritus humillados, para reavivar los corazones contritos. (Isaías 57, 15)
A causa de esto, el país estará de duelo y se oscurecerán los cielos en lo alto, porque yo hablé y no me arrepentiré, lo decidí y no me retractaré. (Jeremías 4, 28)