Fondare 59 Risultati per: plazas

  • unas veces en las calles, otras en las plazas, está al acecho en todas las esquinas. (Proverbios 7, 12)

  • El perezoso dice: "¡Hay un león en el camino! ¡Un león por las plazas!". (Proverbios 26, 13)

  • Me levantaré y recorreré la ciudad; por las calles y las plazas, buscaré al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! (Cantar 3, 2)

  • Ese hombre será castigado en las plazas de la ciudad, será apresado donde menos lo esperaba. (Eclesiástico 23, 21)

  • Van por sus calles vestidos de sayal, sobre sus techos y en sus plazas todos lanzan gemidos, deshechos en llanto. (Isaías 15, 3)

  • Recorran las calles de Jerusalén, miren e infórmense bien; busquen por sus plazas a ver si encuentran un hombre, si hay alguien que practique el derecho, que busque la verdad, y yo perdonaré a la ciudad. (Jeremías 5, 1)

  • Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará tus rebaños y tu ganado, devorará tu viña y tu higuera, destruirá con la espada tus plazas fuertes, en las que tienes puesta tu confianza. (Jeremías 5, 17)

  • ¿Por qué nos quedamos quietos? Reúnanse y entremos en las plazas fuertes para perecer allí, porque el Señor, nuestro Dios, nos hace perecer y nos da de beber agua envenenada, porque hemos pecado contra el Señor. (Jeremías 8, 14)

  • "La Muerte ha trepado por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, arrancando de las calles a los niños, y a los jóvenes de las plazas. (Jeremías 9, 20)

  • Mientras tanto, el ejército del rey de Babilonia combatía contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que todavía quedaban, o sea, contra Laquis y contra Azecá. Porque estas eran las únicas plazas fuertes que habían quedado entre las ciudades de Judá. (Jeremías 34, 7)

  • ¡Baja de la gloria, siéntate en el estiércol, hija que habitas en Dibón! Porque el devastador de Moab ha subido contra ti, ha destruido tus plazas fuertes. (Jeremías 48, 18)

  • Sobre los techos de Moab y en sus plazas no hay más que lamentos; porque yo he destrozado a Moab como un vaso que nadie quiere -oráculo del Señor-. (Jeremías 48, 38)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina