26. Aquel que en esa ocasión hizo temblar la tierra con su voz, ahora nos ha hecho esta promesa: Una vez más haré temblar no sólo la tierra, sino también el cielo.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina