7. Pero al segundo, sólo entra una vez al año el Sumo Sacerdote, llevando consigo la sangre que ofrece por sus faltas y las del pueblo.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina