5. que mataron a unos treinta y seis israelitas, los persiguieron desde la puerta de la ciudad hasta Sebarím y los derrotaron en la bajada. Ante esto, el pueblo quedó deprimido y se sintió desfallecer.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina