8. Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: « ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel.»





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina