Miqueas, 7
10. Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: "¿Dónde está el Señor, tu Dios?". Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles.
10. Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: "¿Dónde está el Señor, tu Dios?". Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles.
“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina