Salmos, 140
10. Que no alcen su cabeza los que me asedian, que la malicia de sus labios los ahogue;
10. Que no alcen su cabeza los que me asedian, que la malicia de sus labios los ahogue;
“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina