Encontrados 352 resultados para: desierto

  • Gedeón les respondió: «Bien, cuando Yavé haya entregado en mis manos a Zebaj y a Salmuná, a ustedes les desgarraré sus carnes con espinas y cardos del desierto.» (Jueces 8, 7)

  • Tomó entonces a los jefes de la ciudad y con espinas y cardos del desierto castigó a esa gente de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • Cuando subió de Egipto, Israel caminó por el desierto hasta el mar de las cañas y llegó a Cadés. (Jueces 11, 16)

  • luego, avanzando por el desierto, rodeó el país de Edom y el de Moab y llegó al oriente del país de Moab. Acampó al otro lado del Arnón, pues el Arnón era el límite de Moab. (Jueces 11, 18)

  • Así conquistaron todo el territorio de los amorreos, desde el Arnón hasta el Yaboc y desde el desierto hasta el Jordán. (Jueces 11, 22)

  • Volvieron la espalda ante la gente de Israel y huyeron camino del desierto, pero la batalla se les echó encima y los que venían de la ciudad los exterminaban. (Jueces 20, 42)

  • Los sobrevivientes volvieron la espalda y huyeron hacia el desierto, hacia la peña de Rimmón. Pero hubo como cinco mil que fueron ejecutados en los caminos. Luego persiguieron a Benjamín hasta Guideón y mataron dos mil hombres. (Jueces 20, 45)

  • De los que huyeron al desierto hacia la peña de Rimmón, seiscientos hombres escaparon. (Jueces 20, 47)

  • otro marchó por el camino que va a Bet-Horón, y el tercero se dirigió hacia el camino de la frontera que domina el valle de Seboín, hacia el desierto. (1 Samuel 13, 18)

  • Eliab, su hermano mayor, al oírlo hablar así con la gente, se indignó contra David y le dijo: «¿Por qué has venido aquí y a quién dejaste el rebaño en el desierto? Conozco tu atrevimiento y tu maldad. (1 Samuel 17, 28)

  • David permaneció en los refugios del desierto. Luego se fue a los cerros del desierto de Zif; Saúl lo buscaba sin cesar, pero Yavé no se lo entregó. (1 Samuel 23, 14)

  • David tuvo miedo de Saúl, que lo andaba persiguiendo para quitarle la vida, por eso siguió viviendo en el desierto de Zif, en Jarsa. (1 Samuel 23, 15)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina