Encontrados 479 resultados para: Segundo Libro de Samuel

  • Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta Ley, como están escritas en este Libro, temiendo el Nombre glorioso y terrible del Señor, tu Dios, (Deuteronomio 28, 58)

  • Además, el Señor te enviará todas las enfermedades y todas las desgracias que no están escritas en el libro de esta Ley, hasta que seas exterminado. (Deuteronomio 28, 61)

  • el Señor no lo perdonará. Al contrario, la ira y los celos del Señor se encenderán contra ese hombre, hasta que cada una de las sanciones enumeradas en este Libro caigan sobre él, y el Señor borre su nombre de la tierra. (Deuteronomio 29, 19)

  • El Señor lo apartará, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, conforme a las sanciones de la alianza consignadas en el libro de esta Ley. (Deuteronomio 29, 20)

  • Por eso el Señor se irritó contra este país y atrajo sobre él todas las maldiciones consignadas en este Libro. (Deuteronomio 29, 26)

  • Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteronomio 30, 10)

  • "Tomen este Libro y pónganlo junto al Arca de la Alianza del Señor, su Dios. Que esté presente allí como un testigo contra ti. (Deuteronomio 31, 26)

  • Que el libro de esta Ley nunca se aparte de ti: medítalo día y noche, para obrar fielmente en todo conforme a lo que está escrito en él. Así harás prosperar tus empresas y tendrás éxito. (Josué 1, 8)

  • Así dieron la vuelta alrededor de la ciudad el segundo día, y después regresaron al campamento. Esto mismo se hizo durante seis días. (Josué 6, 14)

  • como Moisés, el servidor del Señor, lo había ordenado a los israelitas y como está escrito en el libro de la Ley de Moisés. Era un altar de piedras intactas, que no habían sido tocadas por el hierro. Sobre él ofrecieron holocaustos al Señor e inmolaron sacrificios de comunión. (Josué 8, 31)

  • Después de eso, Josué leyó cada una de las palabras de la Ley -la bendición y la maldición- exactamente como está escrito en el libro de la Ley. (Josué 8, 34)

  • Pero Josué los trató según lo convenido y los libró de los israelitas, que no los mataron. (Josué 9, 26)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina