Encontrados 158 resultados para: muerto

  • No se partirá el pan para el que está de duelo, con el fin de consolarlo por el muerto, ni se le hará beber la copa del consuelo, por su padre o por su madre. (Jeremías 16, 7)

  • No lloren por el que está muerto ni se lamenten por él. Lloren más bien por el que parte, porque él no volverá nunca más ni verá otra vez su país natal. (Jeremías 22, 10)

  • Y ahora han sido arrojados al calor del día y al frío de la noche, después de haber muerto en medio de crueles sufrimientos, por el hambre, la espada y la peste. (Baruc 2, 25)

  • O bien, son comparables a una zarza en un huerto, sobre la cual se posan todos los pájaros, o a un muerto arrojado en la oscuridad. (Baruc 6, 70)

  • Entonces exclamé: ¡Señor, yo nunca he incurrido en impureza! Desde mi infancia hasta el presente, jamás he comido un animal encontrado muerto o despedazado, ni ha entrado carne impura en mi boca. (Ezequiel 4, 14)

  • Los sacerdotes no tocarán a un hombre muerto, para no incurrir en impureza, a no ser que se trate del padre o la madre, de un hijo o de una hija, o de un hermano o hermana que no haya tenido marido. (Ezequiel 44, 25)

  • Los sacerdotes no comerán ningún animal encontrado muerto o destrozado por las fieras, sea ave o ganado. (Ezequiel 44, 31)

  • Yo miraba a causa de las insolencias que decía el cuerno: estuve mirando hasta que el animal fue muerto, y su cuerpo destrozado y entregado al ardor del fuego. (Daniel 7, 11)

  • y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». (Mateo 2, 20)

  • y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron (Mateo 27, 52)

  • El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían: «Está muerto». (Marcos 9, 26)

  • Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. (Marcos 15, 44)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina