Encontrados 277 resultados para: Babilonia

  • El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alta por tres de ancha; la levantó en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 1)

  • Pues hay algunos judíos, aquellos a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, esto es, Sidrac, Misac y Abdénago, que no te hacen caso, oh rey; no veneran a tu dios ni adoran la estatua de oro que has levantado". (Daniel 3, 12)

  • En consecuencia, el rey exaltó aún más la condición de Sidrac, Misac y Abdénago en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 97)

  • Entonces promulgué la orden de que se presentaran ante mí todos los sabios de Babilonia, a fin de que me diesen la interpretación del sueño. (Daniel 4, 3)

  • Doce meses después, paseando por su palacio real de Babilonia, (Daniel 4, 26)

  • el rey se decía: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para residencia real con mi inmenso poder y para gloria de mi majestad?". (Daniel 4, 27)

  • El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel, mientras estaba en la cama, tuvo un sueño y pasaron por su espíritu unas visiones. En seguida puso por escrito el sueño. (Daniel 7, 1)

  • Había en Babilonia un hombre llamado Joaquín. (Daniel 13, 1)

  • Aquel año fueron escogidos entre el pueblo y designados jueces dos ancianos de esos a quienes se refiere el Señor cuando dice: "En Babilonia ha surgido la iniquidad de parte de los ancianos y de los jueces que se hacían guías del pueblo". (Daniel 13, 5)

  • Pero el ángel del Señor dijo a Habacuc: "Lleva la comida que has preparado a Babilonia para Daniel, que está en el foso de los leones". (Daniel 14, 34)

  • Habacuc dijo: "Señor, no he visto jamás Babilonia y no sé dónde está el foso". (Daniel 14, 35)

  • Pero el ángel del Señor lo agarró por la cabeza y, llevándolo por los cabellos, lo puso en Babilonia encima del foso con la rapidez de su soplo. (Daniel 14, 36)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina