Gefunden 118 Ergebnisse für: muralla de Jericó

  • Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34, 1)

  • el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó -la Ciudad de las Palmeras- hasta Soar. (Deuteronomio 34, 3)

  • Josué, hijo de Nun, envió clandestinamente desde Sitím a dos espías, con la siguiente consigna: "Vayan a observar el terreno". Ellos partieron y, al llegar a Jericó, entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, donde se alojaron. (Josué 2, 1)

  • Cuando se notificó al rey de Jericó que unos hombres israelitas habían llegado durante la noche para observar el terreno, (Josué 2, 2)

  • las aguas detuvieron su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran distancia, cerca de Adam, la ciudad que está junto a Sartán; y las que bajaban hacia el mar de la Arabá -el mar de la Sal- quedaron completamente cortadas. Así el pueblo cruzó a la altura de Jericó. (Josué 3, 16)

  • Eran cerca de cuarenta mil guerreros adiestrados, que avanzaban delante del Señor, preparados para combatir en la llanura de Jericó. (Josué 4, 13)

  • El pueblo salió del Jordán el día diez del primer mes, y estableció su campamento en Guilgal, en el extremo oriental de Jericó. (Josué 4, 19)

  • Los israelitas acamparon en Guilgal, y el catorce del mes, por la tarde, celebraron la Pascua en la llanura de Jericó. (Josué 5, 10)

  • Mientras Josué estaba cerca de Jericó, alzó los ojos y vio a un hombre que estaba de pie frente a él, con la espada desenvainada en su mano. Josué avanzó hacia él y le preguntó: "¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?". (Josué 5, 13)

  • Jericó estaba herméticamente cerrada por temor a los israelitas: nadie salía ni entraba. (Josué 6, 1)

  • Entonces el Señor dijo a Josué: "Yo he puesto en tus manos a Jericó y a su rey. (Josué 6, 2)

  • Josué dejó con vida a Rajab, la prostituta, a su familia y a todo lo que le pertenecía, y ella habitó en medio de Israel hasta el día de hoy, por haber ocultado a los emisarios que Josué había enviado para explorar Jericó. (Josué 6, 25)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina