Gefunden 118 Ergebnisse für: muralla de Jericó

  • Tolomeo, hijo de Abubos, había sido designado comandante de la llanura de Jericó y poseía mucha plata y oro (I Macabeos 16, 11)

  • Una vez, mientras Simón inspeccionaba las ciudades del país y se ocupaba de su administración, bajó a Jericó, con sus hijos Matatías y Judas. Era en el undécimo mes, el mes de Sabat, del año ciento setenta y siete. (I Macabeos 16, 14)

  • Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis. (II Macabeos 5, 5)

  • Dos mujeres fueron delatadas por haber circuncidado a sus hijos, y después de hacerlas pasear públicamente por la ciudad con sus niños colgados del pecho, las precipitaron desde lo alto de la muralla. (II Macabeos 6, 10)

  • Pero al amanecer del quinto día, veinte jóvenes de las tropas del Macabeo, enfurecidos por las blasfemias, saltaron virilmente sobre la muralla y, con ímpetu salvaje, mataban a todos los que se les ponían delante. (II Macabeos 10, 35)

  • Judas y sus compañeros -después de invocar al supremo Señor del universo que, sin arietes ni máquinas de guerra, derribó a Jericó en tiempos de Josué- asaltaron ferozmente la muralla. (II Macabeos 12, 15)

  • Ciudad desmantelada y sin muralla es el hombre que no domina su genio. (Proverbios 25, 28)

  • Si fuera una muralla, le pondríamos almenas de plata; si fuera una puerta, la reforzaríamos con tablas de cedro. La hermana menor (Cantar 8, 9)

  • Yo soy una muralla, y mis pechos son como torreones: por eso soy a los ojos de él como quién ha encontrado la paz. (Cantar 8, 10)

  • crecí como una palmera en Engadí y como los rosales en Jericó; como un hermoso olivo en el valle, como un hermosos olivo en el valle, y como un plátano, me elevé hacia lo alto. (Eclesiástico 24, 14)

  • contaron las casas de Jerusalén y derribaron algunas para reforzar la muralla; (Isaías 22, 10)

  • Eliaquím, Sebná y Joaj dijeron al copero mayor: "Por favor, háblanos en arameo, porque nosotros lo entendemos. No nos hables en hebreo, a oídas del pueblo que está sobre la muralla". (Isaías 36, 11)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina