Gefunden 94 Ergebnisse für: santa

  • Esta será la fracción santa del país, destinada a los sacerdotes que sirven al Santuario y se acercan al Señor para servirlo: ellos tendrán allí un sitio para sus casas y pastizales para su ganado. (Ezequiel 45, 4)

  • Tú has ejecutado justas sentencias, en todo lo que has hecho recaer sobre nosotros y sobre Jerusalén, la Ciudad santa de nuestros padres. Con verdad y justicia nos has tratado así, a causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 28)

  • Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de todo. (Daniel 3, 53)

  • Señor, por todas tus obras de justicia, que tu ira y tu furor se aparten de tu Ciudad, de Jerusalén, tu santa Montaña. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el escarnio de todos los que nos rodean. (Daniel 9, 16)

  • Yo hablaba todavía, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor, mi Dios, en favor de la Montaña santa de mi Dios; (Daniel 9, 20)

  • Setenta semanas han sido fijadas sobre tu pueblo y tu Ciudad santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para instaurar la justicia eterna, para sellar la visión y al profeta, y para ungir el Santo de los santos. (Daniel 9, 24)

  • Él regresará a su país con grandes riquezas y lleno de aversión contra la Alianza santa: actuará y luego regresará a su país. (Daniel 11, 28)

  • Naves de Quitím vendrán contra él, y se desanimará; se volverá atrás y desahogará su furor contra la Alianza santa; a su regreso, llegará a un entendimiento con aquellos que abandonen la Alianza santa. (Daniel 11, 30)

  • Plantará los pabellones de su palacio entre el mar y la montaña santa de la Hermosura, y luego llegará a su fin, sin que nadie venga en su ayuda. (Daniel 11, 45)

  • ¡Toquen la trompeta en Sión, hagan sonar la alarma en mi Montaña santa! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el Día del Señor, porque está cerca! (Joel 2, 1)

  • Así ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi santa Montaña. Jerusalén será un lugar santo, y los extranjeros no pasarán más por ella. (Joel 4, 17)

  • Sí, como ustedes bebieron sobre mi Montaña santa, así beberán sin cesar todas las naciones: ¡beberán y se hartarán, y serán como si nunca hubieran existido! (Abdías 1, 16)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina