Salmos, 119
92. Si tu ley no fuera mi alegría, ya hubiera sucumbido en mi aflicción.
92. Si tu ley no fuera mi alegría, ya hubiera sucumbido en mi aflicción.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina