Salmos, 16
4. Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo. Mas yo jamás derramaré sus libámenes de sangre, jamás tomaré sus nombres en mis labios.
4. Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo. Mas yo jamás derramaré sus libámenes de sangre, jamás tomaré sus nombres en mis labios.
“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina