Exodo, 33
4. Al oír esta severa advertencia, el pueblo estuvo de duelo y nadie se puso sus adornos.
4. Al oír esta severa advertencia, el pueblo estuvo de duelo y nadie se puso sus adornos.
“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina