3. El Señor me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?". Yo respondí: "Tú lo sabes, Señor".





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina