Salmos, 25
15. Mis ojos están siempre fijos en el Señor, porque él sacará mis pies de la trampa.
15. Mis ojos están siempre fijos en el Señor, porque él sacará mis pies de la trampa.
El Salmo 25 es una oración de un individuo afectado que llora a Dios por ayuda y orientación. El salmista reconoce que Dios es misericordioso y justo, y le pide que lo guíe en sus caminos. Además, el salmista confiesa sus pecados y pide perdón. Los siguientes versículos tratan con temas relacionados con el Salmo 25, como la búsqueda de la orientación de Dios, la confianza en su bondad y justicia, y el arrepentimiento y la necesidad de perdón.
Salmo 27:11: "Enséñame a tu manera, Señor; llévame a través del camino recto, debido a los que se despliegan". Este versículo se relaciona con el Salmo 25 porque el salmista también le está pidiendo a Dios que lo guíe en sus caminos y le enseñe cómo hacer su voluntad.
Salmo 86:5: "Para ti, Señor, eres bueno y compasivo; eres paciente y genial en amor leal". Este verso es similar al Salmo 25, donde el salmista reconoce la bondad de Dios y pregunta su orientación.
Salmo 103:8: "El Señor es compasivo y misericordioso, muy paciente y lleno de amor". Este versículo también destaca la misericordia y la bondad de Dios, características que se enfatizan en el Salmo 25.
Salmo 130:4: "Pero para ti es perdón, para que te teman". Este versículo destaca la importancia del perdón y la confianza en Dios para lograrlo. El Salmo 25 también se preocupa por la confesión de los pecados y la solicitud de perdón.
Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia comprensión; reconoce al Señor en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". Estos versículos destacan la importancia de confiar en Dios y pedir su guía en todas las áreas de la vida, lo cual es una preocupación central en el Salmo 25.
“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina