Fundar 133 Resultados para: Llegado

  • ¡Habían llegado muy lejos por los caminos del error, tomando como dioses a los animales más feos y más despreciables! Se habían dejado engañar como niños sin juicio. (Sabiduría 12, 24)

  • Muchos que eran poderosos lo han perdido todo, personas famosas han caído en manos de un recién llegado. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 6)

  • Algunos vientos fueron hechos para destruir; el Señor en su cólera los convierte en azotes. Llegado el momento de destruir, desencadenan su violencia y satisfacen la furia del que los hizo. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 28)

  • Todas esas cosas se alegran de ejecutar sus órdenes. Están listas para cuando sea necesario, y llegado el momento no desobedecerán sus órdenes. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 31)

  • Sus ministros han ido a Zoan y sus embajadores han llegado hasta Hanes. (Isaías 30, 4)

  • Por boca de tus mensajeros has insultado a Yavé; «Con mis innumerables carros -dijiste, he subido a las más altas montañas, en las faldas del Líbano. He cortado sus altos bosques de cedros y sus cipreses más hermosos, He llegado hasta su más remotos escondites, hasta sus frondosas selvas. (Isaías 37, 24)

  • Te has levantado contra mí y tus palabras insolentes han llegado a mis oídos; por eso voy a poner un anillo en tus narices y un freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde has venido.» (Isaías 37, 29)

  • Tú nada de ellas habías escuchado o sabido, ni habían llegado con anticipación a tus oídos; porque yo sabía lo infiel que eres, que desde el seno de tu madre te llaman «el rebelde». (Isaías 48, 8)

  • Levántate y brilla, que ha llegado tu luz y la Gloria de Yavé amaneció sobre ti. (Isaías 60, 1)

  • Porque había preparado el día de mi desquite y el año de mi venganza había llegado. (Isaías 63, 4)

  • pues bien, hasta ti han llegado unos pastores con sus rebaños. Han instalado sus carpas a tu alrededor y cada uno da, allí, pasto a sus ovejas. (Jeremías 6, 3)

  • Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena ha llegado; el tiempo de la curación, y se presenta el miedo. (Jeremías 8, 15)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina