Fundar 99 Resultados para: Mitad

  • Pero al llegar a los distritos del Jordán, que están en territorio de Canaán, los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés levantaron a orillas del Jordán un altar de aspecto imponente. (Josué 22, 10)

  • Cuando los israelitas se enteraron de lo sucedido, dijeron: "Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés han erigido ese altar frente al territorio de Canaán, en los distritos del Jordán, más allá del territorio de los israelitas". (Josué 22, 11)

  • y a otros diez jefes, uno por cada tribu, para que se entrevistaran con los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, en el territorio de Galaad. Todos ellos eran jefes de familia en los clanes de Israel. (Josué 22, 14)

  • Cuando llegaron a Galaad, donde estaban los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, les hablaron en estos términos: (Josué 22, 15)

  • Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés respondieron a los jefes de los clanes de Israel: (Josué 22, 21)

  • Cuando el sacerdote Pinjás, los jefes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel escucharon las palabras que les dijeron los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, quedaron conformes. (Josué 22, 30)

  • Entonces Janún hizo detener a los servidores de David, les afeitó la mitad de la barba, les cortó la ropa a la altura de las nalgas y los despidió. (II Samuel 10, 4)

  • Pero la tropa respondió: "Tú no vendrás con nosotros. Porque si tenemos que huir, eso no le importaría a nadie; y aunque muriera la mitad de nosotros, tampoco nos tendrían en cuenta. Tú, en cambio, vales ahora por diez mil de nosotros. Es mejor que estés pronto a socorrernos desde la ciudad". (II Samuel 18, 3)

  • El rey avanzó hasta Guilgal, y Quimhám iba con él. Todo el pueblo de Judá acompañaba al rey, y también la mitad del pueblo de Israel. (II Samuel 19, 41)

  • y el rey ordenó: "Partan en dos al niño vivo, y entreguen una mitad a una y otra mitad a la otra". (I Reyes 3, 25)

  • Yo no lo quería creer, sin venir antes a verlo con mis propios ojos. Pero ahora compruebo que no me habían contado ni siquiera la mitad: tu sabiduría y tus riquezas superan la fama que llegó a mis oídos. (I Reyes 10, 7)

  • Pero el hombre de Dios respondió al rey: "Aunque me des la mitad de tu casa, no iré contigo. No comeré pan ni beberé agua en este lugar, (I Reyes 13, 8)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina