Fundar 142 Resultados para: Ropa

  • Luego añadió: "Ve adonde está el pueblo y ordénales que se purifiquen hoy y mañana. Que laven su ropa (Exodo 19, 10)

  • Moisés bajó de la montaña y ordenó al pueblo que se sometiera a las purificaciones rituales. Todos lavaron su ropa, (Exodo 19, 14)

  • Si toma para sí otra mujer, no deberá reducir la comida, la ropa y los derechos conyugales de la primera. (Exodo 21, 10)

  • El que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 25)

  • y el que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. Ustedes deberán considerarlos impuros. (Levítico 11, 28)

  • El que coma carne de ese cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde; y el que levante el cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 40)

  • Al séptimo día la volverá a examinar, y si la afección ha cedido y no se ha extendido por la piel, declarará puro al enfermo; no es más que una erupción. El enfermo lavará su ropa y será puro. (Levítico 13, 6)

  • Al séptimo día lo someterá a un nuevo examen, y si la tiña no se ha extendido por la piel y la zona afectada no aparece más hundida, el sacerdote tendrá que declararlo puro. El enfermo lavará su ropa y será puro. (Levítico 13, 34)

  • La persona afectada de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá hasta la boca e irá gritando: "¡Impuro, impuro!". (Levítico 13, 45)

  • Pero si el sacerdote comprueba que la mancha, una vez lavada, ha disminuido, la arrancará de la ropa o del cuero, de la trama o de la urdimbre. (Levítico 13, 56)

  • Pero si la mancha desaparece de la ropa -de la trama o de la urdimbre- o del objeto de cuero que ha sido lavado, se lo volverá a lavar, y entonces será puro. (Levítico 13, 58)

  • Estas son las instrucciones relativas a la lepra de la ropa de lana o de lino -en la urdimbre o la trama- o de cualquier objeto de cuero, para declararlos puros o impuros. (Levítico 13, 59)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina