Fundar 126 Resultados para: guardar el sábado

  • Báquides se enteró el día sábado, y atravesó el Jordán con todo su ejército. (I Macabeos 9, 34)

  • Cuando Báquides se enteró, fue un día sábado a las riberas del Jordán con un ejército numeroso. (I Macabeos 9, 43)

  • Una vez que Apolonio llegó a Jerusalén, fingiendo que venía en son de paz, esperó hasta el santo día del sábado. Y mientras los judíos observaban el descanso, mandó a sus tropas que hicieran un desfile militar. (II Macabeos 5, 25)

  • No se podía observar el sábado, ni celebrar las fiestas de nuestros padres, y ni siquiera declararse judío. (II Macabeos 6, 6)

  • Otros, que se habían reunido en las cavernas cercanas para celebrar ocultamente el día sábado, fueron denunciados a Filipo y quemados todos juntos, ya que no se habían atrevido a defenderse por respeto a la santidad de aquel día. (II Macabeos 6, 11)

  • como era víspera de sábado, no pudieron continuar la persecución. (II Macabeos 8, 26)

  • Una vez que recogieron las armas y se llevaron los despojos del enemigo, se pusieron a celebrar el sábado, bendiciendo y alabando una y otra vez al Señor, que los había salvado aquel día, concediéndoles así las primicias de su misericordia. (II Macabeos 8, 27)

  • Pasado el sábado, distribuyeron parte del botín entre los damnificados, las viudas y los huérfanos, y se repartieron el resto entre ellos y sus hijos. (II Macabeos 8, 28)

  • Luego Judas reunió al ejército y se dirigió hacia la ciudad de Odolám. Como estaba ya próximo el séptimo día de la semana, se purificaron con los ritos de costumbre y celebraron el sábado en aquel lugar. (II Macabeos 12, 38)

  • El muy perverso preguntó si había en el cielo un Soberano que hubiera ordenado celebrar el día sábado. (II Macabeos 15, 3)

  • un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; (Eclesiastés 3, 6)

  • No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, sábado, convocación a la asamblea... ¡no puedo aguantar la falsedad y la fiesta! (Isaías 1, 13)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina