Löydetty 120 Tulokset: Quieres
El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?» (Evangelio según San Mateo 26, 17)
Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: «Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» (Evangelio según San Mateo 26, 39)
«¿Qué quieres con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé que tú eres el Santo de Dios.» (Evangelio según San Marcos 1, 24)
Se le acercó un leproso, que se arrodilló ante él y le suplicó : «Si tú quieres, puedes limpiarme.» (Evangelio según San Marcos 1, 40)
Jesús les contestó: «Denles ustedes de comer.» Ellos dijeron: «¿Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para dárselo?» (Evangelio según San Marcos 6, 37)
Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego respondió: «Maestro, que vea.» (Evangelio según San Marcos 10, 51)
El primer día de la fiesta en que se comen los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el Cordero Pascual, sus discípulos le dijeron: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la Cena de la Pascua?» (Evangelio según San Marcos 14, 12)
Decía: «Abbá, o sea, Padre, si para ti todo es posible, aparta de mí esta copa. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» (Evangelio según San Marcos 14, 36)
«¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: Tú eres el Santo de Dios.» (Evangelio según San Lucas 4, 34)
Estando Jesús en uno de esos pueblos, se presentó un hombre cubierto de lepra. Apenas vio a Jesús, se postró con la cara en tierra y le suplicó: «Señor, si tú quieres, puedes limpiarme.» (Evangelio según San Lucas 5, 12)
Al ver a Jesús se puso a gritar y se echó a sus pies. Le decía a voces: «¿Qué quieres conmigo, Jesús, hijo del Dios Altísimo? Te lo ruego, no me atormentes.» (Evangelio según San Lucas 8, 28)
Al ver esto sus discípulos Santiago y Juan, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que los consuma?» (Evangelio según San Lucas 9, 54)