Löydetty 110 Tulokset: interés propio

  • los animábamos y los urgíamos a que llevasen una vida digna del Dios que los ha llamado a su propio Reino y gloria. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 12)

  • Que los anime el propio Cristo Jesús, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado dándonos en su misericordia un consuelo eterno y una esperanza feliz. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)

  • Te lo devuelvo; recibe en su persona mi propio corazón. (Carta a Filemon 1, 12)

  • Solamente deseamos que cada uno demuestre hasta el fin el mismo interés por alcanzar lo que han esperado. (Carta a los Hebreos 6, 11)

  • Tomen el ejemplo de Abrahán. Dios le hizo una promesa que confirmó con juramento y, como no había nadie más grande que Dios por quien jurar, juró invocando su propio Nombre: (Carta a los Hebreos 6, 13)

  • Cuando Moisés terminó de proclamar ante el pueblo todas las ordenanzas de la Ley, tomó sangre de terneros y de chivos, la mezcló con agua, lana roja e hisopo y roció el propio libro del testamento y al pueblo, diciendo: (Carta a los Hebreos 9, 19)

  • Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro. (Carta a los Hebreos 9, 24)

  • Esa clase de sabiduría no viene de arriba sino de la tierra, de tu propio genio y del demonio. (Carta de Santiago 3, 15)

  • Se les aplica con razón lo que dice el proverbio: «El perro vuelve a su propio vómito», y «el cerdo lavado se revuelca en el barro.» (2º Carta de Pedro 2, 22)

  • e insiste sobre esto en todas sus cartas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes y poco firmes en la fe interpretan torcidamente para su propio daño, como hacen también con las demás Escrituras. (2º Carta de Pedro 3, 16)

  • Son descontentos y frustrados que sólo tratan de satisfacer sus pasiones; su boca está llena de palabras altisonantes, y con ellas quieren impresionar a la gente para su propio provecho. (2º Carta de Pedro 3, 16)

  • Cuando ustedes celebran sus comidas fraternales, ellos lo echan todo a perder. Comen como sinvergüenzas sin otra preocupación que la de su propio estómago. Son como nubes llevadas por el viento y que nunca traen la lluvia, como árboles de fines de otoño en los que no se encuentran frutos, dos veces muertos. (Carta de Judas 1, 12)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina