Löydetty 679 Tulokset: Israelitas

  • y distribuyó entre todos los israelitas, hombres y mujeres, una porción de pan, un pastel de dátiles y uno de pasas de uva. (I Crónicas 16, 3)

  • El número de los israelitas -incluyendo los jefes de familia, los jefes de mil y cien hombres y los oficiales que servían al rey en lo referente a las divisiones que entraban y salían de servicio cada mes, a lo largo de todo el año- era de 24.000 hombres por cada división. (I Crónicas 27, 1)

  • Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los príncipes de las casas paternas de los israelitas, para subir el Arca de la Alianza del Señor desde la Ciudad de David, o sea, desde Sión. (II Crónicas 5, 2)

  • En el Arca se encontraban únicamente las dos tablas de piedra que Moisés, en el Horeb, había puesto allí: las tablas de la Alianza que el Señor había hecho con los israelitas a su salida de Egipto. (II Crónicas 5, 10)

  • y allí he puesto el Arca donde se encuentra la Alianza que el Señor concluyó con los israelitas". (II Crónicas 6, 11)

  • Así los israelitas sentirán temor de ti y seguirán tus caminos, mientras vivan en el suelo que diste a sus padres. (II Crónicas 6, 31)

  • Todos los israelitas, al ver que bajaba el fuego y que la gloria del Señor se posaba sobre la Casa, se postraron con el rostro en tierra sobre el pavimento, mientras adoraban y celebraban al Señor, "porque es bueno, porque es eterno su amor". (II Crónicas 7, 3)

  • él reconstruyó las ciudades que le había dado Jirám y estableció en ellas a los israelitas. (II Crónicas 8, 2)

  • -es decir, a sus descendientes, que habían quedado después de ellos en el país, porque los israelitas no los habían exterminado- Salomón les impuso trabajos serviles hasta el día de hoy. (II Crónicas 8, 8)

  • pero Roboám siguió reinando sobre los israelitas que habitaban en las ciudades de Judá. (II Crónicas 10, 17)

  • El rey Roboám envió a Adorám, el encargado del reclutamiento, pero los israelitas lo mataron a pedradas. Y el mismo rey Roboám tuvo que subir precipitadamente a su carro para huir a Jerusalén. (II Crónicas 10, 18)

  • ¡Aquí está Dios al frente de nosotros, aquí están los sacerdotes con las trompetas, listos para hacer resonar el grito de guerra contra ustedes! ¡Israelitas, no hagan la guerra contra el Señor, el Dios de sus padres, porque nada conseguirán!". (II Crónicas 13, 12)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina