Salmos, 131
2. Al contrario, tranquila y en silencio he mantenido mi alma como un niño saciado que se aprieta a su madre; mi alma en mí nada reclama.
2. Al contrario, tranquila y en silencio he mantenido mi alma como un niño saciado que se aprieta a su madre; mi alma en mí nada reclama.
“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina