Talált 72 Eredmények: ánimo

  • Entonces David volvió a consultar a Yavé, quien le respondió: «Animo, baja a Queilá, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos.» (1 Samuel 23, 4)

  • Jonatán, hijo de Saúl, fue donde David a Jarsa y le dio ánimo, recordándole las promesas de Dios: (1 Samuel 23, 16)

  • y, además, un pastel de higos y dos racimos de uvas pasas. Cuando hubo comido, le volvió el ánimo, ya que no había comido ni bebido en tres días. (1 Samuel 30, 12)

  • Cuando Isbaal supo que Abner había muerto en Hebrón, perdió el ánimo, e Israel quedó desconcertado. (2 Samuel 4, 1)

  • ¡Animo!, esforcé monos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que Yavé haga lo que le pa rezca bien.» (2 Samuel 10, 12)

  • David dijo al mensajero: «Trata de reanimar a Joab con este mensaje mío: No te aflijas por este asunto, porque la espada devora hoy a unos y al día siguiente a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destrúyela. Así tú le darás ánimo.» (2 Samuel 11, 25)

  • y dio esta orden a sus servidores: «Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo les diga: ¡Atáquenlo!, ustedes lo matarán. No tengan miedo en hacerlo, pues soy yo quien se lo manda. ¡Animo, y no se acobarden!» (2 Samuel 13, 28)

  • Ajitofel respondió: «Acuéstate con las concubinas que tu padre dejó para guardar el palacio, y todo Israel sabrá que rompiste totalmente con tu padre y tus partidarios cobrarán más ánimo.» (2 Samuel 16, 21)

  • El profeta volvió donde el rey de Israel para decirle: «Ten ánimo, reflexiona y prepárate, porque el año que viene, el rey de Aram volverá a atacarte.» (1 Reyes 20, 22)

  • Entonces prosperarás si cuidas de cumplir los preceptos y decretos que Yavé ha prescrito a Moisés para Israel. ¡Sé fuerte y ten buen ánimo! ¡No temas ni desmayes! (1 Crónicas 22, 13)

  • Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo cariñoso, porque Yavé sondea a todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si lo buscas, se dejará encontrar, pero si lo dejas, él te arrojará para siempre. (1 Crónicas 28, 9)

  • David dijo además a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y ten buen ánimo; y manos a la obra! No temas ni desmayes, porque Yavé, Dios, el Dios mío, está contigo, no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la Casa de Yavé. (1 Crónicas 28, 20)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina