Talált 72 Eredmények: ánimo

  • Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.» (Evangelio según San Juan 16, 33)

  • Judas y Silas, que también eran profetas, dieron ánimo y confortaron a los hermanos con un largo discurso. (Hecho de los Apóstoles 15, 32)

  • Apenas dejaron la cárcel fueron a casa de Lidia. Allí se encontraron con los hermanos, a los que dieron ánimo y antes de marcharse. (Hecho de los Apóstoles 16, 40)

  • Aquella misma noche el Señor se acercó a Pablo y le dijo: «¡Animo! Así como has dado testimonio de mí aquí en Jerusalén, tendrás que darlo también en Roma.» (Hecho de los Apóstoles 23, 11)

  • Pero ahora los invito a que recobren el ánimo; sepan que se va a perder el barco, pero no habrá pérdida de vidas. (Hecho de los Apóstoles 27, 22)

  • Animo, pues, amigos míos: yo confío en Dios y todo sucederá tal como me ha dicho. (Hecho de los Apóstoles 27, 25)

  • Allí los hermanos salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas, pues ya tenían noticia de nuestra llegada. Pablo al verlos dio gracias a Dios y se llenó de ánimo. (Hecho de los Apóstoles 28, 15)

  • Ahora es mejor que lo perdonen y le den ánimo, no sea que la pena sea más grande de lo que puede soportar. (2º Carta a los Corintios 2, 7)

  • Pido que tengan ánimo, que se afiancen en el amor y que tengan plenamente desarrollados los dones de entendimiento, para que puedan penetrar en el gran secreto de Dios, que es Cristo. (Carta a los Colosenses 2, 2)

  • Se lo envío expresamente para que les lleve noticias mías y les dé ánimo. (Carta a los Colosenses 4, 8)

  • Así que son ustedes, hermanos, y su fe lo que nos dio ánimo en nuestras angustias y pruebas; (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 7)

  • Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo. (Carta a los Hebreos 12, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina