Talált 331 Eredmények: Saúl es engañado

  • Además, los hebreos que antes estaban al servicio de los filisteos y que habían subido con ellos al campamento, se incorporaron a los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. (1 Samuel 14, 21)

  • Pero Saúl había hecho este juramento ante el pueblo (lo que fue un gran error de Saúl): «Maldito sea el hombre que coma algo antes de la noche, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo había comido, sino que todos ayunaban. (1 Samuel 14, 24)

  • Avisaron a Saúl: «El pueblo está pecando contra Yavé, al comer al lado de la sangre.» Saúl dijo: «Ustedes son unos traidores: traigan rodando hasta aquí una piedra grande.» (1 Samuel 14, 33)

  • Saúl levantó un altar a Yavé en aquel lugar, siendo éste el primero que le erigió. (1 Samuel 14, 35)

  • Después Saúl dijo: «Bajemos esta noche en persecución de los filisteos y acabemos con ellos antes que amanezca; no dejemos ni un solo hombre.» El pueblo respondió: «Haz lo mejor que te parezca.» Pero el sacerdote dijo: «Acerquémonos antes a consultar a Dios». (1 Samuel 14, 36)

  • Y Saúl consultó a Dios: «¿Bajo para perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en las manos de Israel?» Pero Yavé no le dio respuesta en aquel día. (1 Samuel 14, 37)

  • Entonces dijo Saúl: «Acérquense aquí todos los jefes del pueblo, averigüen en qué consistió el pecado de hoy. (1 Samuel 14, 38)

  • Entonces dijo Saúl: «Yavé, Dios de Israel, ¿por qué no respondes hoy a tu siervo? Si el pecado es mío o de mi hijo Jonatán, manifiéstalo; si el pecado es de tu pueblo Israel, demuéstralo.» Fueron señalados Saúl y Jonatán, quedando libre el pueblo. (1 Samuel 14, 41)

  • Saúl dijo: «Echen suerte entre mi hijo Jonatán y yo; y aquel que señale Yavé morirá.» Pero el pueblo dijo: «No será así.» Saúl insistió y fue echada la suerte entre él y su hijo Jonatán, y fue señalado Jonatán. (1 Samuel 14, 42)

  • Dijo, pues, Saúl a Jonatán: «Cuéntame lo que has hecho.» Jonatán se lo contó y dijo: «No he hecho más que probar un poco de miel con la punta del bastón que tenía en la mano. (1 Samuel 14, 43)

  • ¿Acaso por eso voy a morir?» Saúl contestó: «Que Dios me trate con todo el rigor de su justicia si tú, Jonatán, no mueres.» (1 Samuel 14, 44)

  • Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Acaso va a morir Jonatán, que acaba de dar a Israel esta gran victoria? ¡Ni siquiera pensarlo! Por la vida de Yavé, no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque con ayuda de Dios lo hizo.» Así el pueblo liberó a Jonatán de la muerte. (1 Samuel 14, 45)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina