Talált 89 Eredmények: corona de espinas

  • Por eso, hoy te nombramos Sumo Sacerdote de tu nación y te concedemos el título de Amigo del Rey (y le mandó un vestido de rojo púrpura y una corona de oro). Así te invitamos a cuidar nuestros intereses y guardarnos tu amistad.» (1 Macabeos 10, 20)

  • Tolomeo entró entonces en Antioquía y se ciñó la corona de Asia. Tuvo así dos reinos: el de Egipto y el de Asia. (1 Macabeos 11, 13)

  • Después de esto Trifón regresó con Antíoco, el cual era todavía un niño. Lo proclamaron rey y se ciñó la corona. (1 Macabeos 11, 54)

  • Trifón deseaba reinar en Asia, ceñirse la corona y deshacerse del rey Antíoco. (1 Macabeos 12, 39)

  • se ciñó la corona de Asia y causó muchos estragos en el país. (1 Macabeos 13, 32)

  • Hemos recibido la corona de oro y la palma que me han enviado y estamos dispuestos a firmar con ustedes una paz duradera y a escribir a los funcionarios que les concedan el perdón de las deudas. (1 Macabeos 13, 37)

  • Te perdonamos además los olvidos y delitos cometidos hasta hoy, así como la corona que debes. No será exigido desde ahora cualquier otro tributo que se cobraba en Jerusalén. (1 Macabeos 13, 39)

  • Fue, pues, al encuentro del rey Demetrio, hacia el año ciento cincuenta y uno, y le ofreció una corona de oro, una palma y además unos ramos de olivo del Templo. (2 Macabeos 14, 4)

  • Son para ti una hermosa corona para tu cabeza, un collar para tu cuello. (Proverbios 1, 9)

  • Elígela, te exaltará; apégate a ella, te honrará. Pondrá en tu cabeza una magnífica diadema, te regalará una corona de gloria". (Proverbios 4, 8)

  • La riqueza será la corona de los sabios, y el tonto se quedará con su estupidez. (Proverbios 14, 24)

  • Los cabellos blancos son una corona respetable: está al fin del camino de la justicia. (Proverbios 16, 31)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina