Talált 246 Eredmények: fuerza

  • De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla. (1º Carta a los Corintios 10, 13)

  • Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido (2º Carta a los Corintios 1, 21)

  • Con todo, llevamos este tesoro en vasos de barro, para que esta fuerza soberana se vea como obra de Dios y no nuestra. (2º Carta a los Corintios 4, 7)

  • con las palabras de verdad y con la fuerza de Dios, con las armas de la justicia, tanto para atacar como para defendernos. (2º Carta a los Corintios 6, 7)

  • Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre. (2º Carta a los Corintios 9, 7)

  • Nuestras armas no son las humanas, pero tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas: todos esos argumentos (2º Carta a los Corintios 10, 4)

  • pero me dijo: «Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad». Mejor, pues, me preciaré de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo. (2º Carta a los Corintios 12, 9)

  • Si bien su debilidad lo llevó a la cruz, ahora vive por la fuerza de Dios. Así también nosotros compartimos su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios que actúa en ustedes. (2º Carta a los Corintios 13, 4)

  • pero si ahora conocen a Dios o, más bien, Dios los ha conocido a ustedes, ¿cómo pueden volver a normas y principios miserables y sin fuerza? ¿Quieren ser de nuevo sus esclavos? (Carta a los Gálatas 4, 9)

  • y con qué fuerza tan extraordinaria actúa en favor de los que creemos. Es la misma fuerza todopoderosa (Carta a los Efesios 1, 19)

  • Pues está muy por encima de todo Poder, Autoridad, Dominio y de toda otra Fuerza o Gobierno, más arriba de todo lo que cuenta en este mundo y en el otro. (Carta a los Efesios 1, 21)

  • de la que he llegado a ser servidor sin mérito alguno mío, pues Dios me concedió esta gracia en el momento que su fuerza actuó en mí. (Carta a los Efesios 3, 7)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina