Talált 308 Eredmények: Rut

  • Durante seis años sembrarás tu tierra y recogerás su fruto. (Exodo 23, 10)

  • Pero el séptimo la dejarás descansar, sin cultivarla, para que coman los pobres de su fruto, y lo que quede lo coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y tu olivar. (Exodo 23, 11)

  • Guardarás también la fiesta de la siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo. Y la fiesta de la recolección, al terminar el año, cuando recojas de los campos el fruto de tus fatigas. (Exodo 23, 16)

  • Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, las primicias de los frutos de tu tierra. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. (Exodo 23, 19)

  • no harás el rebusco en tus viñas ni prestarás atención a la fruta caída de tu huerta; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 10)

  • Cuando hayáis entrado en la tierra y hayáis plantado árboles frutales de cualquier clase que sean, consideraréis sus frutos como si fueran incircuncisos; durante tres años los tendréis por incircuncisos y no los comeréis. (Levítico 19, 23)

  • El cuarto año todos sus frutos serán consagrados en una fiesta homenaje al Señor. (Levítico 19, 24)

  • A partir del quinto año podréis comer los frutos. Así el árbol os dará más. Yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 25)

  • El día quince del séptimo mes, cuando hayáis hecho la recolección de los frutos de la tierra, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días; el día primero y el octavo serán días de descanso absoluto. (Levítico 23, 39)

  • El primer día tomaréis los mejores frutos, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos, sauces de las riberas, y os regocijaréis durante siete días en presencia del Señor, vuestro Dios. (Levítico 23, 40)

  • Durante seis años sembrarás tu campo, podarás tu viña y vendimiarás sus frutos; (Levítico 25, 3)

  • pues es año jubilar, que será santo para vosotros; en él comeréis los frutos espontáneos de los campos. (Levítico 25, 12)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina