Talált 308 Eredmények: Rut

  • La tierra dará sus frutos, comeréis de ellos a saciedad y habitaréis seguros en ella. (Levítico 25, 19)

  • Yo os enviaré mi bendición el sexto año, de suerte que la tierra produzca frutos para tres años. (Levítico 25, 21)

  • os daré a su debido tiempo la lluvia necesaria, la tierra producirá sus frutos, los árboles de los campos darán los suyos; (Levítico 26, 4)

  • yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas. (Levítico 26, 16)

  • Se empleará en vano vuestra fuerza, pues la tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán sus frutos. (Levítico 26, 20)

  • Entonces la tierra disfrutará de sus descansos sabáticos mientras dure su desolación y vosotros estéis en tierra de vuestros enemigos. Entonces podrá la tierra descansar y recuperar sus sábados. (Levítico 26, 34)

  • Cuando ellos hayan abandonado la tierra, ésta disfrutará de sus sábados durante el tiempo de su desolación; ellos sufrirán su castigo por haber despreciado mis mandamientos y haber aborrecido mis leyes. (Levítico 26, 43)

  • La décima parte de los productos de la tierra, tanto de los productos del campo como de los frutos de los árboles, pertenece al Señor; es cosa consagrada al Señor. (Levítico 27, 30)

  • cómo es el suelo, fértil o pobre, con árboles o sin ellos. Sed valientes y traed algunos frutos de la tierra". Era el tiempo en que empezaban a madurar las uvas. (Números 13, 20)

  • Ésta fue la información: "Fuimos a la tierra a la que nos enviasteis. En verdad mana leche y miel; ved sus frutos. (Números 13, 27)

  • Dirás a los levitas: Lo mejor que habéis reservado de entre vuestros diezmos os será considerado a vosotros, levitas, como el diezmo sobre el fruto de la era y el producto del lagar. (Números 18, 30)

  • "El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 26)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina