Talált 308 Eredmények: Rut

  • Rut fue a la era e hizo exactamente lo que le había dicho su suegra. (Rut 3, 6)

  • "¿Quién eres tú?", preguntó. Ella respondió: "Soy Rut, tu sierva; extiende tu manto sobre mí, porque tienes el derecho de levirato". (Rut 3, 9)

  • Cuando llegó a casa de su suegra, ésta le preguntó: "¿Qué ha pasado, hija mía?". Rut le contó lo que Booz había hecho por ella, (Rut 3, 16)

  • Booz añadió: "Pero si compras el campo a Noemí, deberás casarte con Rut, la moabita, mujer del difunto, para perpetuar el nombre de Elimélec en su heredad". (Rut 4, 5)

  • tomo además por mujer a Rut, la moabita, mujer que fue de Majlón, para perpetuar el nombre del difunto sobre su heredad y para que no se borre su nombre de entre sus hermanos y de la puerta de la ciudad. Vosotros sois hoy testigos de ello". (Rut 4, 10)

  • Booz se casó con Rut, se unió a ella, y el Señor hizo que concibiese y tuviera un hijo. (Rut 4, 13)

  • Los israelitas se vieron en las últimas, pues estaban cercados, y el pueblo se escondió en las grutas, en las cavernas, entre las rocas, en subterráneos y en cisternas; (I Samuel 13, 6)

  • Apenas había David traspasado la cumbre, cuando Sibá, el servidor de Meribaal le salió al encuentro con dos asnos aparejados, que llevaban doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutos del tiempo y un odre de vino. (II Samuel 16, 1)

  • El rey preguntó a Sibá: "¿Qué quieres hacer con esto?". Sibá respondió: "Los asnos son para la familia del rey, para que monte en ellos; el pan y el fruto del tiempo, para que coman los muchachos, y el vino, para dar de beber al que esté fatigado en el desierto". (II Samuel 16, 2)

  • Destruiréis todas las ciudades amuralladas, talaréis todos los árboles frutales, cegaréis todos los manantiales de agua y devastaréis con piedras todos los mejores campos". (II Reyes 3, 19)

  • Demolieron las ciudades y llenaron de piedras los campos fértiles; cegaron todos los manantiales de agua y talaron todos los árboles frutales, hasta que no quedó más que Quir Jareset. Los honderos la cercaron y la atacaron. (II Reyes 3, 25)

  • Uno de ellos salió al campo a recoger verduras, y habiendo encontrado una especie de cepa silvestre, recogió de ella los frutos hasta llenar su capa. Llegó a casa y los picó en la olla de las viandas, sin saber lo que eran. (II Reyes 4, 39)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina