Talált 325 Eredmények: Saúl

  • David tomó de la cabecera de Saúl la lanza y el jarro de agua y se fueron. Nadie los vio; nadie se dio cuenta; nadie se despertó, pues todos dormían, porque el Señor había hecho caer sobre ellos un profundo sueño. (I Samuel 26, 12)

  • Entonces Saúl reconoció la voz de David, y dijo: "¿Es ésta tu voz, hijo mío, David?". David respondió: "Sí, mi señor el rey". (I Samuel 26, 17)

  • Entonces Saúl dijo: "He pecado. Vuelve, hijo mío, David, pues no volveré a hacerte mal, porque mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado lamentablemente". (I Samuel 26, 21)

  • Saúl dijo a David: "Bendito seas, hijo mío, David. Tendrás éxito seguro en tus empresas y tu poder será grande". David prosiguió su camino y Saúl volvió a su casa. (I Samuel 26, 25)

  • David se dijo: "Cualquier día voy a perecer a manos de Saúl; nada mejor para mí que refugiarme en el país de los filisteos. Así Saúl desistirá de perseguirme en el territorio de Israel y escaparé de su mano". (I Samuel 27, 1)

  • Saúl se enteró de que David había huido a Gat y dejó de perseguirlo. (I Samuel 27, 4)

  • Samuel había muerto; todo Israel le había llorado y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado del país a los nigromantes y adivinos. (I Samuel 28, 3)

  • Los filisteos se reunieron y fueron a acampar en Sunán. Saúl reunió también a todo Israel y acamparon en Gelboé. (I Samuel 28, 4)

  • Cuando Saúl vio el campamento de los filisteos, tuvo miedo y su corazón se llenó de angustia. (I Samuel 28, 5)

  • Saúl consultó al Señor; pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las urim, ni por los profetas. (I Samuel 28, 6)

  • Saúl se disfrazó, poniéndose otros vestidos, y partió llevando consigo otros dos hombres. Llegaron de noche a casa de la mujer, y le dijo: "Adivíname el futuro por medio de un espíritu y evócame al que yo te diga". (I Samuel 28, 8)

  • Pero la mujer le respondió: "Tú sabes bien lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes insidias a mi vida para hacerme morir?". (I Samuel 28, 9)


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