Talált 325 Eredmények: Saúl
Cuando su escudero vio que Saúl estaba muerto, se echó él también sobre su espada y murió con él. (I Samuel 31, 5)
Y así murieron juntos el mismo día Saúl, sus tres hijos y su escudero. (I Samuel 31, 6)
Cuando los israelitas del otro lado del valle y de la Transjordania vieron que los israelitas habían huido y que Saúl y sus tres hijos habían muerto, abandonaron también ellos sus ciudades y se dieron a la fuga. Los filisteos vinieron y se establecieron en ellas. (I Samuel 31, 7)
Al día siguiente, los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 8)
Cuando los habitantes de Yabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl, (I Samuel 31, 11)
todos los valientes se pusieron en marcha, caminaron toda la noche y quitaron el cadáver de Saúl y de sus hijos de la muralla de Betsán, los llevaron a Yabés y allí los quemaron. (I Samuel 31, 12)
Después de la muerte de Saúl, David, que había vuelto a derrotar a los amalecitas, estuvo dos días en Sicelag. (II Samuel 1, 1)
Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl, con los vestidos desgarrados y la cabeza cubierta de polvo. Cuando llegó donde estaba David, se postró rostro en tierra. (II Samuel 1, 2)
David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Infórmame". Él respondió: "El pueblo huyó de la batalla y muchos de entre el pueblo cayeron y murieron. Murieron también Saúl y su hijo Jonatán". (II Samuel 1, 4)
David continuó preguntando al muchacho: "¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jonatán?". (II Samuel 1, 5)
El joven respondió: "Yo me encontraba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyándose sobre su lanza y asediado por carros y caballeros. (II Samuel 1, 6)
Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído bajo la espada. (II Samuel 1, 12)