Talált 168 Eredmények: Vestidos

  • Además, para honrar a hombres venidos de lejos, invitados por conducto de un mensajero, te lavaste, te pintaste los ojos, te adornaste con tus vestidos preciosos, (Ezequiel 23, 40)

  • traían a tu mercado vestidos de lujo, mantos de púrpura y brocado, tapices multicolores, maromas trenzadas y fuertes. (Ezequiel 27, 24)

  • Al entrar por los pórticos del atrio interior vestirán hábito de lino; no llevarán vestidos de lana cuando oficien en los pórticos del atrio interior y dentro del templo. (Ezequiel 44, 17)

  • Cuando salgan al atrio exterior, donde está el pueblo, se despojarán de las vestiduras con que hayan oficiado; las dejarán en las salas del santuario y se pondrán otros vestidos, con el fin de no santificar al pueblo con sus vestiduras. (Ezequiel 44, 19)

  • Éstos, vestidos con sus túnicas, ropas y gorros, fueron atados y arrojados en el ardiente horno de fuego. (Daniel 3, 21)

  • Los sátrapas, prefectos, gobernadores y ministros se acercaron y comprobaron que el fuego no había hecho ningún mal a la persona de aquellos jóvenes y que ni siquiera un pelo de su cabeza se había quemado, ni sus vestidos se habían alterado; más aún, ni el olor del fuego había quedado en ellos. (Daniel 3, 94)

  • desgarrad vuestro corazón, no vuestros vestidos; volved al Señor, vuestro Dios, porque él es clemente y misericordioso, lento a la ira, lleno de lealtad y no le gusta hacer daño. (Joel 2, 13)

  • El ángel tomó la palabra y dijo a los que estaban delante: Quitadle de encima esas ropas sucias. Después dijo a Josué: Mira, he quitado de encima de ti tus pecados y te he vestido con vestidos preciosos. (Zacarías 3, 4)

  • También Judá luchará con Jerusalén. Las riquezas de todos los pueblos de alrededor serán reunidas: oro, plata y vestidos en gran cantidad. (Zacarías 14, 14)

  • pues se decía: "Con sólo tocar sus vestidos me curo". (Mateo 9, 21)

  • Los que lo crucificaron se repartieron sus vestidos a suertes. (Mateo 27, 35)

  • pues se decía: "Con sólo tocar sus vestidos, me curo". (Marcos 5, 28)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina