Talált 79 Eredmények: armas

  • Les cortaron la cabeza, les despojaron de sus armas e hicieron publicar la buena nueva por todo el país de los filisteos, a los cuatro vientos, a sus ídolos y al pueblo. (I Samuel 31, 9)

  • Pusieron sus armas en el templo de Astarté y colgaron su cadáver en las murallas de Betsán. (I Samuel 31, 10)

  • ¿Cómo han caído los héroes, cómo han perecido las armas de combate?". (II Samuel 1, 27)

  • y todos traían presentes, objetos de oro y plata, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Esto todos los años. (I Reyes 10, 25)

  • Y el rey de Israel contestó: "Decidle: No se engría quien se está ciñendo las armas como el que se despoja de ellas". (I Reyes 20, 11)

  • Por su parte, todos los moabitas, enterados de que los reyes avanzaban para luchar contra ellos, se concentraron todos, desde la edad de empuñar las armas para arriba, y se situaron en la frontera. (II Reyes 3, 21)

  • acordonaréis al rey con las armas en la mano, y al que intente penetrar en las filas lo matáis. Acompañaréis al rey a todas partes". (II Reyes 11, 8)

  • Los de la escolta real se apostaron, cada cual con sus armas en la mano, de sur a norte, entre el altar y el templo, alrededor del rey. (II Reyes 11, 11)

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)

  • Les despojaron de sus armas, les cortaron la cabeza e hicieron publicar la buena nueva por todo el país de los filisteos, a los cuatro vientos, a sus ídolos y al pueblo. (I Crónicas 10, 9)

  • Depositaron las armas de Saúl en la casa de su dios y colgaron la cabeza en el templo de Dagón. (I Crónicas 10, 10)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina