Talált 79 Eredmények: armas

  • "Pues yo -respondió él- soy soberano sobre la tierra, que mando tomar las armas y ejecutar los decretos reales". Pero no pudo llevar a cabo su bárbaro proyecto. (II Macabeos 15, 5)

  • el Macabeo, al ver la muchedumbre que tenía delante, el aparato de las diversas armas y su ferocidad, levantó las manos al cielo e invocó al Dios que hace maravillas; pues bien sabía que la victoria no depende de las armas, sino de aquel que la concede a quien ve digno de ella. (II Macabeos 15, 21)

  • Más vale la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo error destruye mucho bien. (Eclesiastés 9, 18)

  • Porque pronto un hombre irreprochable vino como adalid, empuñando las armas de su propio ministerio, la oración y el incienso expiatorio, y resistió la cólera y puso fin al azote, mostrando así que era siervo tuyo. (Sabiduría 18, 21)

  • Venció la revuelta no con la fuerza del cuerpo ni con el empuje de las armas, sino que con la palabra desarmó al que los castigaba, alegando los juramentos y los pactos patriarcales. (Sabiduría 18, 22)

  • Enteraos, pueblos: ¡seréis aplastados! Prestad oído, tierras lejanas; tomad las armas: seréis aplastados; tomad las armas: seréis aplastados. (Isaías 8, 9)

  • También son perversas las armas del mentiroso. Tramas inicuas urde para perder a los humildes con mentiras, y a los pobres que reclaman su derecho. (Isaías 32, 7)

  • Pues yo he creado al herrero, que sopla el fuego de las brasas, y con su trabajo las armas produce; mas también al destructor para aniquilarlas. (Isaías 54, 16)

  • Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo haré volver atrás las armas que lleváis en vuestras manos y con las cuales combatís fuera de las murallas contra el rey de Babilonia y los caldeos que os tienen asediados, y las amontonaré en medio de esta ciudad. (Jeremías 21, 4)

  • El Señor ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su cólera, pues el Señor Dios todopoderoso va a actuar en el país de los caldeos. (Jeremías 50, 25)

  • No yacen con los héroes caídos de antiguo, que bajaron al abismo con sus armas de guerra, cuyas espadas les fueron puestas bajo la cabeza y los escudos debajo de sus huesos, porque el terror de los héroes campeaba en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)

  • Entonces los habitantes de las ciudades de Israel saldrán fuera y prenderán fuego y quemarán las armas, escudos y paveses, arcos y flechas, mazas y lanzas; harán fuego con ello durante siete años. (Ezequiel 39, 9)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina