Talált 94 Eredmények: huesos secos

  • Profeticé como el Señor me había ordenado, y el espíritu entró en aquellos huesos, que se reanimaron y se pusieron en pie. Era una cantidad inmensa. (Ezequiel 37, 10)

  • Y me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: ¡Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, estamos perdidos para siempre! (Ezequiel 37, 11)

  • Y cuando, al recorrer el país, encuentren huesos humanos, pondrán junto a ellos una señal hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón Gog. (Ezequiel 39, 15)

  • El rey ordenó que fueran traídos y arrojados al foso de los leones aquellos hombres que habían calumniado a Daniel, ellos, sus mujeres y sus hijos. Y aún no habían tocado el suelo del foso, cuando los leones se lanzaron sobre ellos y trituraron todos sus huesos. (Daniel 6, 25)

  • Se ha secado el viñedo, se ha agostado la higuera, el granado, la palmera, el manzano, todos los árboles del campo están secos. ¡Ha desaparecido la alegría entre los hombres! (Joel 1, 12)

  • Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Moab y por cuatro no le perdonaré; por haber quemado los huesos del rey de Edón hasta calcinarlos, (Amós 2, 1)

  • Pero vosotros odiáis el bien y amáis el mal, arrancáis la piel del cuerpo y la carne de los huesos. (Miqueas 3, 2)

  • Vosotros devoráis la carne de mi pueblo, desolláis su piel, quebrantáis sus huesos, le hacéis trozos como carne en la olla, como carne en una caldera. (Miqueas 3, 3)

  • ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que sois como sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre! (Mateo 23, 27)

  • Ved mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tocadme y ved que un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo". (Lucas 24, 39)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina