Talált 191 Eredmények: puertas

  • Me dijeron: "Los supervivientes del destierro que quedan allí, en la provincia, se encuentran en gran estrechez y humillación; la muralla de Jerusalén está destrozada y sus puertas destruidas por el fuego". (Nehemías 1, 3)

  • dije al rey: "Oh rey, vive eternamente. ¿Cómo no he de estar triste, cuando la ciudad donde están las tumbas de mis padres está destruida y sus puertas consumidas por el fuego?". (Nehemías 2, 3)

  • y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo". El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía. (Nehemías 2, 8)

  • Salí, pues, de noche, por la puerta del Valle, me dirigí hacia la fuente del Dragón y luego a la puerta del Muladar, inspeccionando la muralla de Jerusalén destruida y las puertas consumidas por el fuego. (Nehemías 2, 13)

  • Después les dije: "Ya veis la triste situación en que nos encontramos: Jerusalén destruida, sus puertas consumidas por el fuego. Venid, reconstruyamos la muralla de Jerusalén y no seremos más objeto de escarnio". (Nehemías 2, 17)

  • Cuando Sambalat, Tobías, Guesen, el árabe, y los demás enemigos nuestros se enteraron de que yo había reconstruido la muralla y no quedaba brecha alguna en ella, aunque todavía no había colocado las hojas de las puertas, (Nehemías 6, 1)

  • Fui luego a casa de Semayas, hijo de Delayas, nieto de Mehetabel, que estaba impedido. Me dijo: "Vamos al templo de Dios, al interior del santuario. Cerremos bien sus puertas, porque van a venir a matarte; sí, esta noche te vendrán a matar". (Nehemías 6, 10)

  • Construida la muralla, y después de haber colocado las hojas de las puertas, quedaron encargados de la vigilancia los porteros, los cantores y los levitas. (Nehemías 7, 1)

  • y les di estas órdenes: "No se abrirán las puertas de Jerusalén hasta que el sol comience ya a calentar; y antes que se ponga, se cerrarán bien echando las barras. Los habitantes de Jerusalén montarán guardia, unos en su puesto y otros delante de su propia casa". (Nehemías 7, 3)

  • Los porteros: Acub, Talmón y sus hermanos, guardianes de las puertas: ciento sesenta y dos. (Nehemías 11, 19)

  • Matanías, Bacbuquías y Abdías. Mesulán, Talmón y Acub eran porteros, que hacían guardia en las puertas de los almacenes. (Nehemías 12, 25)

  • Los sacerdotes y los levitas se purificaron los primeros, y después purificaron al pueblo, las puertas y la muralla. (Nehemías 12, 30)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina