Salmos, 77
3. En el día de la angustia acudo al Señor, alzo sin descanso mis manos en la noche y no encuentro consuelo;
3. En el día de la angustia acudo al Señor, alzo sin descanso mis manos en la noche y no encuentro consuelo;
“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina