2. la gloria del Dios de Israel llegaba a la parte de oriente. Su ruido era como el ruido de una masa de agua, y la tierra resplandecía de gloria.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina