Znaleziono 114 Wyniki dla: Miren

  • ¡La voz de mi amado! Miren cómo viene saltando por los montes, (Cantar 2, 8)

  • Miren por todas partes las obras del Altísimo; siempre van de a dos, una oponiéndose a la otra. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 15)

  • Miren a ese camarada que se aprovecha de la buena fortuna de su amigo: apenas llega la desgracia, se vuelve en su contra. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 4)

  • Miren a ese compañero que sufre por su amigo mientras se aprovecha para llenarse el estómago: apenas llega el peligro, sólo piensa en ponerse a salvo. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 5)

  • El me dijo: «Ve y dile a este pueblo: Por más que ustedes escuchen, no entenderán; por más que ustedes miren, nunca ven." (Isaías 6, 9)

  • «Miren cómo yo empujo contra ellos a los medos, que no se interesan por la plata y que desprecian al oro. (Isaías 13, 17)

  • Ustedes, habitantes del universo y pobladores de la tierra, miren esta bandera en lo alto de los cerros, y escuchen el sonido del clarín. (Isaías 18, 3)

  • Los habitantes de estas costas temblarán y dirán: «¡Miren lo que le ha ocurrido a aquel en quien confiábamos, y a quien acudíamos en busca de protección, para vernos seguros y libres del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo nos vamos a salvar nosotros?» (Isaías 20, 6)

  • Miren cómo Yavé limpia la tierra, la arrasa, trastorna su superficie, dispersa a sus habitantes: (Isaías 24, 1)

  • ¡Miren cómo viene de lejos el Nombre de Yavé! Su ira es una llama, su presencia es aplastante. En sus labios se nota su furor y su lengua es como un fuego que devora. (Isaías 30, 27)

  • Miren cómo Ariel se queja por la calle y cómo lloran amargamente los embajadores que venían en son de paz. (Isaías 33, 7)

  • Ustedes que están lejos, miren lo que he hecho, y los que están cerca, conozcan cuál es mi fuerza.» (Isaías 33, 13)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina