Encontrados 182 resultados para: Ordenó

  • que el Señor prescribió a Moisés en la montaña del Sinaí, cuando ordenó que los israelitas presentaran sus ofrendas al Señor, en el desierto del Sinaí. (Levítico 7, 38)

  • Entonces Moisés ordenó que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. (Levítico 8, 6)

  • El Señor ordenó que durante ese tiempo se hiciera lo mismo que se hizo hoy, para practicar el rito de expiación en favor de ustedes. (Levítico 8, 34)

  • -cualquiera de las cosas que el Señor les ordenó por medio de él- desde el momento en que el Señor les impuso el mandamiento, y después, a lo largo de las generaciones, se procederá de la siguiente manera: (Números 15, 23)

  • y si su padre no tiene hermanos, se la darán a su pariente más cercano entre los miembros de su familia, y este tomará posesión de ella". Esta es una prescripción legal para los israelitas, como el Señor lo ordenó a Moisés. (Números 27, 11)

  • "Y ahora, ordenó el Señor, reanuden la marcha y crucen el torrente Zéred". Entonces pasamos el torrente Zéred. (Deuteronomio 2, 13)

  • No añadan ni quiten nada de lo que yo les ordeno. Observen los mandamientos del Señor, su Dios, tal como yo se los prescribo. (Deuteronomio 4, 2)

  • Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir en la tierra de la que van a tomar posesión. (Deuteronomio 4, 5)

  • En aquella oportunidad, él me ordenó que les diera preceptos y leyes para que ustedes los pusieran en práctica en la tierra de la que van a tomar posesión. (Deuteronomio 4, 14)

  • Este es el mandamiento, y estos son los preceptos y las leyes que el Señor, su Dios, ordenó que les enseñara a practicar en el país del que van a tomar posesión, (Deuteronomio 6, 1)

  • El Señor nos ordenó practicar todos estos preceptos y temerlo a él, para que siempre fuéramos felices y para conservarnos la vida, como ahora sucede. (Deuteronomio 6, 24)

  • Y esta será nuestra justicia: observar y poner en práctica todos estos mandamientos delante del Señor, nuestro Dios, como él nos lo ordenó". (Deuteronomio 6, 25)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina