Encontrados 182 resultados para: Ordenó

  • Luego llamó a uno de los jóvenes y le ordenó: "¡Acércate y mátalo!". El joven le asestó un golpe mortal, (II Samuel 1, 15)

  • y ordenó enseñarlo a la gente de Judá. Es el canto del Arco, y está escrito en el libro del Justo: (II Samuel 1, 18)

  • Apenas lo pusieron al tanto de lo sucedido, David ordenó que fueran a recibir a aquellos hombres, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les mandó decir: "Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vengan". (II Samuel 10, 5)

  • Luego retiró la sartén y la vació delante de él, pero él se negó a comer, y ordenó: "¡Hagan salir a todos de mi presencia!". Cuando salieron todos, (II Samuel 13, 9)

  • llamó al joven que lo servía y ordenó: "¡Échenme a esta a la calle, y atranca la puerta detrás de ella!". (II Samuel 13, 17)

  • y dio esta orden a sus servidores: "¡Fíjense bien! Cuando Amnón se haya puesto alegre con el vino y yo les diga: ‘Hieran a Amnón’, ustedes lo matarán. No tengan miedo, porque soy yo el que lo ordeno. ¡Tengan ánimo y sean valientes!". (II Samuel 13, 28)

  • El rey le ordenó: "Retírate y quédate allí". Él se retiró y se quedó de pie. (II Samuel 18, 30)

  • y él les ordenó: "Tomen con ustedes a los servidores de su señor, monten a mi hijo Salomón en mi propia mula y háganlo bajar a Guijón. (I Reyes 1, 33)

  • y el rey ordenó: "Partan en dos al niño vivo, y entreguen una mitad a una y otra mitad a la otra". (I Reyes 3, 25)

  • Apenas oyó esta palabra, Ben Hadad, que estaba bebiendo con los reyes en las tiendas de campaña, ordenó a sus servidores: "¡A sus puestos!". Y ellos tomaron posiciones frente a la ciudad. (I Reyes 20, 12)

  • Él ordenó: "Si salieron en son de paz, captúrenlos vivos, y si salieron en plan de guerra, también captúrenlos vivos". (I Reyes 20, 18)

  • Entonces el rey de Israel llamó a un eunuco y ordenó: "Que venga en seguida Miqueas, hijo de Imlá". (I Reyes 22, 9)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina