Fundar 1014 Resultados para: ciudad santa

  • Todos los que se reunían en la puerta de la ciudad accedieron a la propuesta de Jamor y de su hijo Siquém, y todos se hicieron circuncidar. (Génesis 34, 24)

  • Al tercer día, cuando todavía estaban convalecientes, Simeón y Leví, dos de los hijos de Jacob, hermanos de Dina, empuñaron cada uno su espada, entraron en la ciudad sin encontrar ninguna resistencia, y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)

  • Los hijos de Jacob pasaron sobre los cadáveres y saquearon la ciudad, en represalia por el ultraje cometido contra su hermana Dina. (Génesis 34, 27)

  • Se apoderaron de sus ovejas, de sus vacas, de sus asnos, y de todo lo que había dentro y fuera de la ciudad, (Génesis 34, 28)

  • Belá, hijo de Beor, reinó en Edóm, y el nombre de su ciudad era Dinhabá. (Génesis 36, 32)

  • Cuando murió Jusám, lo sucedió Hadad, hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; el nombre de su ciudad era Avit. (Génesis 36, 35)

  • Cuando murió Baal Janán, hijo de Acbor, lo sucedió Hadad; el nombre de su ciudad era Pau, y el nombre de su mujer, Mehetabel, hija de Matred, que a su vez era hija de Mezahab. (Génesis 36, 39)

  • Luego impuso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por esposa a Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Y José fue a recorrer el país de Egipto. (Génesis 41, 45)

  • Ellos salieron de la ciudad, y cuando todavía no se habían alejado, José dijo a su mayordomo: "Corre ahora mismo detrás de esos hombres, y apenas los alcances, les dirás: ‘¿Por qué devuelven mal por bien, y por qué me han robado la copa de plata? (Génesis 44, 4)

  • Al ver esto, ellos rasgaron sus vestiduras; luego volvieron a cargar sus asnos y regresaron a la ciudad. (Génesis 44, 13)

  • En Egipto, José fue padre de Manasés y Efraím, los hijos que le dio Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. (Génesis 46, 20)

  • Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa". (Exodo 3, 5)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina